martes, 26 de octubre de 2010

Ese indescriptible placer de cocinar

Creo que la gran mayoría de las personas disfrutamos de una buena comida (cuando digo buena, me refiero a su sabor, no a la complejidad de su preparación o a su costo. Que no son necesariamente características coincidentes) y si al hacerlo, nos encontramos en compañía de personas que queremos o con quienes compartimos una amistad entrañable, el acto de comer adquiere un encanto adicional.